Más vale maña que fuerza
Calciatore F.C. superó 6-4 al C..A.S. (ni idea su significado) por la 5ª fecha del Chacras Tournament y continúa liderando la tabla con puntaje ideal, luego de finalizada la primera rueda.
Pese a haber grandes diferencias técnicas y tácticas entre los dos equipos, el partido se hizo peleado por la capacidad física de los físico-culturistas del C.A.S. y terminó siendo una guerra de goles en la que Scholes (figura estelar de la cancha, la fecha y el torneo) tomó su arma atómica, bautizada como “la bazooca de Scholes”, y aniquiló por cuadriplicado a su enemigo.
Como en toda guerra, hay armas de guerra y, si bién la metralleta no está considerada como un arma bélica, la metralleta de Trezegol debería serlo, pues es tan poderosa que con sólo tocar el balón sin si quiera mover su pie, ella se encarga de enviarla a unos 435 km/h (1km/h menos que la velocidad del Caio) al indefendible arco rival, y eso es lo que hizo “Treze” cuando, en el minuto 25 del segundo tiempo decretó el 4-2 parcial.
En un momento complicado del encuentro-guerra, una bala perdida se encontró con la red. Esa bala era de Ryan que se insertó a 569.000 km/h en el rectángulo rival.
Ahora sí, nadie puede pensar lo contrario, el Calciatore está, sin dudas, para ser campeón. Los jugadores del Team no lo quieren decir (será por cábala), respetemos esa decisión
“La Gazzetta de Urquiza”, una realización del Caio.
Pese a haber grandes diferencias técnicas y tácticas entre los dos equipos, el partido se hizo peleado por la capacidad física de los físico-culturistas del C.A.S. y terminó siendo una guerra de goles en la que Scholes (figura estelar de la cancha, la fecha y el torneo) tomó su arma atómica, bautizada como “la bazooca de Scholes”, y aniquiló por cuadriplicado a su enemigo.
Como en toda guerra, hay armas de guerra y, si bién la metralleta no está considerada como un arma bélica, la metralleta de Trezegol debería serlo, pues es tan poderosa que con sólo tocar el balón sin si quiera mover su pie, ella se encarga de enviarla a unos 435 km/h (1km/h menos que la velocidad del Caio) al indefendible arco rival, y eso es lo que hizo “Treze” cuando, en el minuto 25 del segundo tiempo decretó el 4-2 parcial.
En un momento complicado del encuentro-guerra, una bala perdida se encontró con la red. Esa bala era de Ryan que se insertó a 569.000 km/h en el rectángulo rival.
Ahora sí, nadie puede pensar lo contrario, el Calciatore está, sin dudas, para ser campeón. Los jugadores del Team no lo quieren decir (será por cábala), respetemos esa decisión
“La Gazzetta de Urquiza”, una realización del Caio.
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